IMPORTANTE: Esta reseña está simplemente hecha por un usuario normal como cada uno de vosotros lejos de toda profesionalización o experiencia en este apartado. Solo soy un chaval analizando un anime que vio para intentar servir de ayuda a cuantos más mejor. Vamos allá.
Kill la Kill es el más reciente anime de Hiroyuki Imaishi y de su equipo de compañeros, los creadores del
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IMPORTANTE: Esta reseña está simplemente hecha por un usuario normal como cada uno de vosotros lejos de toda profesionalización o experiencia en este apartado. Solo soy un chaval analizando un anime que vio para intentar servir de ayuda a cuantos más mejor. Vamos allá.
Kill la Kill es el más reciente anime de Hiroyuki Imaishi y de su equipo de compañeros, los creadores del novedoso Tengen Toppa Gurren Lagann continúan aquí su labor, y como no puede ser de otra manera, este también es un anime "diferente".
Kill la Kill es un anime cimentado en el disfrute y el espectáculo, no en desplomarte la mente con enrevesados giros ni en presentarte emotivas relaciones de personajes mimosamente cuidados en cada rasgo. Kill la Kill es el resultado de una forma de interpretar el anime desde el punto más básico como lo fue en su momento TTGL, pero no dejando con ello de lado puntos ávidos para disfrute de esos glotones como yo que buscan significados, en este anime la parodia y desvirtuación cumplen esa meta, sin olvidar los guiños y referencias por supuesto.
Por un lado la trama es pura evolución y crítica, desde un punto básico como una historia en busca del enigma y la venganza hasta los sucesivos giros que crean una trama radicalmente singular en sí misma, una serie de acontecimientos que no habrías podido predecir en el inicio, cumpliendo con el espectador generándole esa duda del ¿y ahora qué? Pero todo es tratado desde el punto más simple posible, la trama está degranada al infinitesimal para que solo sirva de guía al resto de apartados. No sin ello dejar de lado una serie de críticas a cosas como el consumismo o al fascismo que van implícitas al contexto, pero reducidas al absurdo.
En personajes hayamos unos diseños en algunos más inspirados e innovadores que en otros pero todos consonantes con ese arte de colores contrastados y bordes definidos. Una serie de personajes se elevan sobre el resto:
Matoi Ryuko, la protagonista de esta extraña historia, es quizás a la que más fácilmente se le podría encontrar pegas de ser minuciosos, después de todo sus evoluciones como personaje distan de ser melódicas y habrán momentos en que creas que un cambio en ella "sobra", pero en un anime de contrastes... tampoco es que eso sea necesario, es más, desentonaría.
Mankanshoku Mako, el personaje de los que yo considero de dos extremos, o la amas con toda tu alma o la aborreces con todo tu ser, mi caso es del primer tipo y por ello en mi subconsciente nada neutral no puedo hallarle errores, sin embargo, si eres del segundo tipo su minuto de gloria respectivo por cada capítulo quizás se te haga duro. Puede ser una piedra que dificulte el disfrute o un potenciador.
Senketsu, es un traje, y habla, y se transforma, y es el catalizador del Ryuko, no solo en la batalla sino como personaje, una suerte de Pepito Grillo con un solo ojo, en la forma de evaluarlo como el compañero que solo percibe el protagonista.
Satsuki Kiryuin, la dictadora de un instituto centrado en el poder por encima de todo, primer antagonista presentado, muchos sabréis adelantar todo lo que ocurrirá con este personaje pues sigue la línea de uno habitual en la industria del manganime, pero para los que no, les será de gran frescura.
Pero después de todo lo que más destaca en Kill la Kill no es este apartado sino que es el apartado audiovisual, ahí es donde roza unas cotas inverosímiles y todo se debe al nombre Hiroyuki.
Por un lado, Hiroyuki Imaishi, uno de los animadores más personales y talentosos y responsable de este campo en obras como FLCL o TTGL, dos de los mayores exponentes en lo que es una animación sorprendente, fluída, espectacular y única. Kill la Kill conserva su estilo extravagante y exagerado, como si uno de los ismos del arte en versión animación se tratase, un gozada.
Y por el otro lado Hiroyuki Sawano, un compositor que ha dado una vuelta de hoja a la industria en lo que a dinamismo sonoro se refiere, los temas que acompañan a Guilty Crown o Shingeki no Kyojin eran ya una grandiosa muestra de eso, o incluso ahora en plena emisión de Aldnoah.Zero, pero en Kill la Kill no se queda atrás, es más, la inclusión de temas vocales con el tándem único formado con Mika Kobayashi logra cosas únicas. Destaco Before my body is dry y el tema de Ragyo, Blumenkranz Rearranged que generan una sintonía que sirven de estimulante a la brillante animación de Imaishi, si era de por sí sobresaliente... sumad 2+2.
En resumen, Kill la Kill es un anime pensado en cada milímetro para disfrutarse sin más, para coger, sentarte, ver el episodio, reír con los chistes, emocionarte con las batallas y morderte las uñas porque quieres el siguiente inmediatamente. Y sobre todo es una muestra de que hay cosas que solo pueden hacerse por medio de la animación, si FLCL o TTGL fueron ejemplos de eso... Kill la Kill es dignísimo sucesor.
Le doy cinco estrellas, un anime de nueve bajo mi parcial punto de vista, un saludo.
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